Entrevista a Eloy Jáuregui
Cronista de ayer y hoy
Después de transitar por distintas salas de redacción, el periodista Eloy Jáuregui (1954) ahora vuelca esa experiencia de contar historias a jóvenes universitarios que desean incursionar en una profesión que exige “ser culto y tener calle”.
Atrapado en la Residencial San Felipe. No tenía por dónde salir. Me encontraba en un segundo piso con los timbres y un ascensor que no respondían. Y la reja de salida tenía más llaves que la bóveda que cualquier banco o financiera.
Sólo me quedaba esperar. Pero los minutos avanzaban cual paso de tortuga que, hasta cierto punto, desesperaba. Hasta que el sonido de un manojo de llaves me devolvió el alma al cuerpo y mi idea de saltar por una rendija quedó descartada.
Era Eloy Jáuregui, quien llegaba con un periódico bajo el brazo. Lo saludé y de inmediato se disculpó por haber salido por un momento. No le dije nada de mi percance, pues me entretuvo con la historia de un colega, quien lo había molestado a las tres de la mañana para contarle su mal de amores. ¡Tres de la mañana! Y qué voy hacer. Mejor no te digo su nombre, pero es mi pata y este sinvergüenza no dejaba de gritar mi nombre...
Polvos azules y mágicos
Ingresé a su sala. Había un televisor encendido. Pasaban un reportaje o documental sobre Ernesto Hemingway. Pensé que era transmitido por una señal de cable. Pero no. Era un DVD, comprado en el Centro Comercial Polvos Azules, donde a veces se gana, y a veces se pierde.
Y si no es así, que lo diga el propio Eloy. En ese lugar puedes encontrar de todo, hermano. Pero a veces te veden cada cosa: la otra vez me compré un DVD sobre un concierto de salsa en Colombia, porque a mí me gusta esa música y otras más. El asunto fue que cuando me siento para verla, aparece en la pantalla una película de Kung fu...
Pese a esta amarga o graciosa experiencia, Eloy no dejará de visitar y comprar en Polvos Azules. Y así lo noto al ver su estante cargado de CDs y DVDs piratas que contrastan con los elepés que están sobre un tocadiscos marca Sanyo, que suena mejor que esta porquería que tengo como equipo de sonidos.
Alumno y maestro
Eloy Jáuregui estudió Lingüística en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Periodismo en la Escuela Jaime Bausate y Meza. No fue un alumno indiferente y, por el contrario, este conservador de izquierda participaba activamente en la política universitaria.
Yo estudié en San Marcos y vivo orgulloso de eso. Ahí conocí a mi esposa, a la madre de mis tres hijos con quien después me divorcié. Durante esos años como alumno pasaba mucho tiempo debatiendo y conversando con mis maestros, incluso, fuera de las aulas.
Hoy enseña el abecé del periodismo en la Universidad de Lima, donde sus alumnos lo sorprenden con sus comentarios e inquietudes. A cambio, Eloy pone todo de su parte para que los futuros comunicadores se encuentren bien preparados para lidiar en el complicado y cada vez más estrecho mercado laboral. Y para que sus notas contengan originalidad, creación e imaginación.
Algo más: Los primeros libros que recomiendo son los de Gabriel García Márquez, porque no sólo ha sido un extraordinario periodista, sino, además, es un Premio Nobel de Literatura...Y es de izquierda, por lo tanto, está con los desfavorecidos. Tiene una visión lírica del mundo. Es musical. No es "figuretti" como otros.
Eloy, periodista y bloguero
Ha transitado por diversas salas de redacción: Marka, Página Libre, Cambio, El Comercio, Peru 21, entre otros. En todas esas empresas ha dejado marcado su estilo de narrar una historia. Ha cultivado buenas y viejas amistades. Poco o nada se queja.
Alumno y maestro
Eloy Jáuregui estudió Lingüística en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Periodismo en la Escuela Jaime Bausate y Meza. No fue un alumno indiferente y, por el contrario, este conservador de izquierda participaba activamente en la política universitaria.
Yo estudié en San Marcos y vivo orgulloso de eso. Ahí conocí a mi esposa, a la madre de mis tres hijos con quien después me divorcié. Durante esos años como alumno pasaba mucho tiempo debatiendo y conversando con mis maestros, incluso, fuera de las aulas.
Hoy enseña el abecé del periodismo en la Universidad de Lima, donde sus alumnos lo sorprenden con sus comentarios e inquietudes. A cambio, Eloy pone todo de su parte para que los futuros comunicadores se encuentren bien preparados para lidiar en el complicado y cada vez más estrecho mercado laboral. Y para que sus notas contengan originalidad, creación e imaginación.
Algo más: Los primeros libros que recomiendo son los de Gabriel García Márquez, porque no sólo ha sido un extraordinario periodista, sino, además, es un Premio Nobel de Literatura...Y es de izquierda, por lo tanto, está con los desfavorecidos. Tiene una visión lírica del mundo. Es musical. No es "figuretti" como otros.
Eloy, periodista y bloguero
Ha transitado por diversas salas de redacción: Marka, Página Libre, Cambio, El Comercio, Peru 21, entre otros. En todas esas empresas ha dejado marcado su estilo de narrar una historia. Ha cultivado buenas y viejas amistades. Poco o nada se queja.
En el periodismo uno tiene que ser un todoterreno. Una cuatro por cuatro de la información. Y si empiezas en la sección policiales, mejor; pues ahí uno aprende la grandeza y la miseria humana.
Su especialidad: las crónicas. A nosotros nos ven como los apestados, relajados. Pero no saben que para esta profesión hay que instruirse, hay que cultivarse. Hay que saber de todo. No cualquiera escribe, hermano...Y hay que tener calle. Mucha calle. Eso es fundamental.
Esa calle de la que habla el autor de "Usted es la culpable", "El más vil de los oficios" y del poemario "Maestranza" se la dio Surquillo, distrito por donde transita cada vez que puede para reunirse con sus familiares y amigos. Un lugar al que alguna vez lo calificó como la oveja negra, pues está rodeado de lugares “fichos” como San Isidro, Miraflores, San Borja y Surco, donde escasean los obreros, grandes putas, asaltantes y mechadores.
De su paso por la televisión, recordó que en el programa “Panorama”, quiso hacer algo distinto. A los reportajes quería meterle elementos que agrego a mis crónicas escritas: olor, tacto, los cinco (o seis) sentidos. Antes, a los informes no se ponía música. Sólo había el sonido ambiental. Pero yo cambié eso. Y puse elementos que se emplean en el cine.
¿Ego, orgullo, arrogancia? Llámelo como quiera. El asunto es que este hombre de prensa buscaba explorar herramientas de comunicación que estaban a la mano y que pocos las empleaban.
Así, pues, no sorprende que actualmente se encuentre inmerso en el mundo de las bitácoras o weblogs. Desde 1999 me interesó este tema. Pero no sabía cómo ejecutarlo, hasta que mi actual mujer me enseñó a abrir una cuenta (el-jáuregui) y todo los trucos que tiene. Ahí puedo no sólo ‘colgar’ textos sino imágenes que en un libro no puedo hacerlo, hermano.
Le tiene fe a esta herramienta de comunicación, pero con ciertas objeciones sensatas: El anonimato y el agravio gratuito no valen. Cierto. No valen (ni sirven) todos aquellos “personajes” que se mantienen bajo la sombra para inundar con diatribas sobre algo o alguien. Toda información o comentario tiene que tener un nombre y, mejor aún, un apellido.
Se acerca la una de la tarde. Debo partir. Hay más preguntas en el tintero, pero no hay más tiempo. Y no hay más vino en el vaso de Eloy, señal de cortesía de que esta conversación, por ahora, llegó a su fin.
Su especialidad: las crónicas. A nosotros nos ven como los apestados, relajados. Pero no saben que para esta profesión hay que instruirse, hay que cultivarse. Hay que saber de todo. No cualquiera escribe, hermano...Y hay que tener calle. Mucha calle. Eso es fundamental.
Esa calle de la que habla el autor de "Usted es la culpable", "El más vil de los oficios" y del poemario "Maestranza" se la dio Surquillo, distrito por donde transita cada vez que puede para reunirse con sus familiares y amigos. Un lugar al que alguna vez lo calificó como la oveja negra, pues está rodeado de lugares “fichos” como San Isidro, Miraflores, San Borja y Surco, donde escasean los obreros, grandes putas, asaltantes y mechadores.
De su paso por la televisión, recordó que en el programa “Panorama”, quiso hacer algo distinto. A los reportajes quería meterle elementos que agrego a mis crónicas escritas: olor, tacto, los cinco (o seis) sentidos. Antes, a los informes no se ponía música. Sólo había el sonido ambiental. Pero yo cambié eso. Y puse elementos que se emplean en el cine.
¿Ego, orgullo, arrogancia? Llámelo como quiera. El asunto es que este hombre de prensa buscaba explorar herramientas de comunicación que estaban a la mano y que pocos las empleaban.
Así, pues, no sorprende que actualmente se encuentre inmerso en el mundo de las bitácoras o weblogs. Desde 1999 me interesó este tema. Pero no sabía cómo ejecutarlo, hasta que mi actual mujer me enseñó a abrir una cuenta (el-jáuregui) y todo los trucos que tiene. Ahí puedo no sólo ‘colgar’ textos sino imágenes que en un libro no puedo hacerlo, hermano.
Le tiene fe a esta herramienta de comunicación, pero con ciertas objeciones sensatas: El anonimato y el agravio gratuito no valen. Cierto. No valen (ni sirven) todos aquellos “personajes” que se mantienen bajo la sombra para inundar con diatribas sobre algo o alguien. Toda información o comentario tiene que tener un nombre y, mejor aún, un apellido.
Se acerca la una de la tarde. Debo partir. Hay más preguntas en el tintero, pero no hay más tiempo. Y no hay más vino en el vaso de Eloy, señal de cortesía de que esta conversación, por ahora, llegó a su fin.
6 comentarios:
Excelente. Justo hace unos días descubri el blog del que hablan y otro suyo de poesía. Muy buenos.
Así es Cyberjuan, al César lo que es del César...
Saludos,
Buena Sandro! Cumpliste! Sopongo que compraste el libro del cronista. Muy buena la nota. Saludos, CN.
Gracias Carlos por tu comentario...Y no dudes que el libro lo compraré, aunque ya lo haya leído...
Saludos,
Un simpático texto que refleja la vida todoterreno que implica el periodismo.
No sólo conocí éste blog sino también otro periodista peruano.
Gran saludo desde Venezuela (a pesar de todo...je je je)
Venezuela!!! Vaya sorpresa...Gracias por la visita...
Saludos,
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